Hoy se celebra el Día Mundial del Sueño Feliz y Kim de El mundo de Kim escribe una entrada magistral en contra del método Estivill que recomiendo que la leáis.
Me declaro Anti Estivill total y anti métodos que no respeten el desarrollo normal de los niños.
¿Por qué? Pues porque considero que un bebé o niño duerme como su naturaleza le pide.
El sueño de un bebé pasa por distintas etapas que están relacionadas con su desarrollo. Conforme va creciendo su sueño va evolucionando . Si no actuamos y lo dejamos a su ritmo el sueño del niño madura y termina siendo como el de los adultos.
Cuando me dicen "es que no duerme bien" siempre contesto ¿él o tú? Porque hay que ser sinceros, no es el bebé el que duerme mal somos nosotros. En el momento que somos padres nuestras vidas cambian por completo, es una realidad. Ya no podemos hacer la misma vida que llevábamos antes, simplemente porque antes eramos 2 y ahora somos 3 y el bebé NO PUEDE LLEVAR el ritmo que teníamos nosotros.
Nos hacen pensar que un bebé debe comer y dormir y que no llora. MENTIRA. Un bebé come y duerme como necesita no como nosotros estamos acostumbrados. Los padres al ver que no pueden dormir como antes se empiezan a preguntar lo que están haciendo mal y entonces, ante consejos de la vecina/madre/amiga/ pediatra deciden intervenir en ese proceso.
Y es entonces cuando comienzan los problemas porque al no aceptar esa dinámica, empiezan a contar las horas que duermen, las veces que se levantan, comienzan a dejarlos en la cuna sin cogerlos en brazos para que se acostumbren a dormir solos y, lo normal, es que el bebé empiece a protestar y a reclamar esa presencia.
Sí porque hay estudios que demuestran que el cerebro de los bebés sufren, pero yo no necesito esos estudios. Me basta saber que un bebé necesita tener unos padres con apego, que respeten sus necesidades y que estén a su lado.
Y con todo esto no digo que hay que aguantarse y ya está, hay muchas maneras de facilitar ese proceso y hacer que el momento de dormir sea más relajado.
Es encontrar la manera de estar todos más cómodos.
En mi caso cuando nació la mayor ella dormía en su cuna pegada a mi cama, con los meses y conforme su sueño iba evolucionando y cambiando tuve que buscar maneras diferentes de dormir. Hasta que me fui con ella a la cama de la otra habitación y dormimos mucho mejor las dos allí.
Con todo lo que me auguraban que no iba a salir de mi cama, blah blah blah. Con 2 años y medio y con otro bebé en casa mi hija dormía en su cama tranquilamente. Sí porque sabía que si por la noche se despertaba podía llamarnos que acudíamos o mejor, si quería podía venirse a dormir con nosotros.
Con la llegada del nuevo bebé y con la experiencia de la anterior, cambiamos nuestra cama de 1,35 por una cama de 1,50 y además añadimos una cama de 0,70. De esta manera tenemos una megacama en la que alguna noche dormimos los 4 la mar de tranquilos y felices.
Para nosotros el momento de ir a la cama es el mejor.
Elegimos un cuento (uno cada niña), nos tumbamos en la cama grande las tres y leemos los cuentos. Después apagamos las luces y nos tumbamos juntas. Me quedo con ellas hasta que se duermen.
Porque me relaja, porque me gusta sentir cómo sus cuerpos se van relajando y su respiración se hace lenta y profunda.
Porque es nuestro momento alejado de las prisas, del estrés diario. Es nuestro momento de paz. En el que nos contamos cosas, en el que planeamos actividades, en el que nos damos mimos y abrazos.
Ahora que mis hijas son mayores estoy contenta por haber hecho las cosas de esta manera porque he podido disfrutar cada segundo de su etapa de bebé.
Una entrada super bonita y totalmente de acuerdo. Acher todavía duerme en nuestro cuarto, en una cama pegadita a la nuestra, así estamos todos felices. Si le preguntas si quiere dormir en otro cuarto me dice que no, que quiere dormir con papá y mamá.¡Estoy segura que cuando tenga 18 años no querrá dormir conmigo! Un besico.
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